lunes, 19 de julio de 2010

En defensa de la Soberbia


(...y en contra de la arrogancia, la falsa humildad y otras pestes)

...un viento en el viento,
...una declaración de guerra,
...un ensayo hijo del cansancio.

por Diego M. Maldini Freyre.

Aclaración previa importante:
Nunca está de más repetir que la inmensa mayoría de las polémicas, debates, discusiones y desacuerdos, son ocasionados tanto por nombrar diferentes cosas o fenómenos con la misma palabra, como por hablar de lo mismo empleando diferentes conceptos. Me atrevo a sostener que sólo una ínfima porción de los desacuerdos, son verdaderos desacuerdos: No debemos confundir "comprender al otro-y-estar-en-desacuerdo", con no comprenderlo (a raíz de la dicotomía anterior, aun cuando se piensa que se lo comprende y que se está en desacuerdo con él) Es por eso que aunque muy pocas veces se realiza, cada ensayo o argumentación debiera contener en sí misma la explicitación de las interpretaciones y acepciones escogidas por el autor para cada caso en cuestión. Esta vez, lo haré:
Las palabras tienen sentidos negativos y positivos, según quien las emita y en qué contexto. Y no es necesario que nos refiramos a palabras con inmensa carga ideológica como Anarquismo o Dios (entre otras), puesto que incluso palabras en apariencia neutras como Ingeniero o Intelectual, pueden contener connotaciones opuestas, nuevamente, dependiendo de por quién, cómo y en dónde sean pronunciadas. Siguiendo la misma línea, tanto Soberbia como Orgullo puede tener significados divergentes: ambas pueden ser interpretadas tanto positiva como negativamente.
A falta de una mejor posibilidad de puesta en situación o de comprensión efectiva entre quien escribe esto y quien ahora lo lee, debe permanecer claro que, respecto de Soberbia y Orgullo, argumentaré en favor de sus acepciones positivas, partiendo, en principio, de sus acepciones neutras, es decir, del sentido puro y objetivo -todo lo más que se pueda- de la palabra. En contrapartida, observo que Arrogancia adquiere en casi la totalidad de sus interpretaciones, una clara connotación negativa, es por eso que en este artículo la utilizaré en oposición a Soberbia. Por lo demás, no hace falta aclarar al lector que, antes de opinar, llegue hasta el final del texto, por respeto a quien escribe. Luego de ello, con mucho gusto, aceptaré e incluso incentivaré y, por supuesto, contestaré, sus críticas.
Cuerpo:
Descartando a aquellos “iluminados” que son sinceramente humildes(1), a nosotros los intelectuales -sí: me considero un “intelectual”- muchas veces nos tildan de arrogantes, mayoritaria y no casualmente, quienes no son intelectuales -y, sí: me han tildado muchas veces de “soberbio”, “arrogante”, etc.. Es verdad que muchos intelectuales lo son, pero lo cierto en este asunto es que las personas en general suelen confundir arrogancia con soberbia. Son dos cosas distintas, tanto en sus causas como en sus consecuencias y por ello viene al caso, en este artículo, escribir al respecto...
Para corregir la despistada crítica de la que hablamos, aconsejo prestar atención al siguiente texto entonces, pues contiene ideas diferenciadas de manera muy sutil y es sobre esa sutileza que se sostiene su argumento principal, así como la razón misma de la equivocación generalizada: esa equivocación que va del tipo “me tenés harto, siempre hablás como si te las supieras todas y yo fuera un pobre ignorante” o del tipo “no sé quién te creés que sos, pero te digo que no sos superior a nadie por más intelecto que tengas”...
Voy al grano: Básicamente, lo que se suele confundir con soberbia no es sino la seguridad acentuada y sólida que proyecta un intelectual promedio al pronunciarse sobre una cuestión determinada, ya sea para defenderla, combatirla o criticarla constructivamente; me explico: es la confianza que da haber llegado a una conclusión(2) al respecto de algo, sólo después de haber dado “varias vueltas más al asunto” de las que generalmente le daría una persona que no viveen -nide- su intelecto(3)y, desde ya, empleando mejores herramientas intelectuales que el promedio de las personas. No hablo aquí de Coeficiente Intelectual, sino de los instrumentos cognitivos conseguidos con esfuerzo, constancia e investigación ininterrumpida. Mi observación detenida de los intelectuales notables y reconocidos indica que, con algunas diferencias de grado, la gran mayoría de ellos asume la misma actitud, y así, muchos son criticados destructivamente. Pero, repito, no es arrogancia, sino autoconfianza,
El párrafo anterior, bien lo sé, me traerá innumerables críticas de todo el espectro ideológico y disciplinario, pero eso no hace más que reforzar lo que estoy diciendo. ¿Cómo me defiendo? Fácil, mi respuesta es instar al crítico a que imagine la actividad intelectual como equivalente a cualquiera otra actividad respecto a la técnica. Ante igualdad de circunstancias (léase coeficiente intelectual, disposición anímica, potencial físico, contexto de desarrollo, etc.), ¿Quién cree Ud. que arreglaría mejor una cañería: un plomero o un analista de sistemas? ¿Quién cree Ud. que ganaría un partido de fútbol: un futbolista o un ingeniero? ¿Quién cree Ud. que daría más ganancias a una empresa: un administrador de empresas o un entrenador de perros? Y así puedo seguir hasta el hartazgo, hasta caer en el debate que inició Platón con su República, acerca de cuál sería el mejor de los gobiernos..., ...pero creo que ya he dado a conocer mi punto. Repetimos aquí, pues es crucial para el caso, que lo que sostenemos se evidencia en que quienes suelen tildar de arrogantes a los intelectuales, suelen no ser, valga la redundancia, intelectuales. Lo que quiero decir, es que, el intelectual vive en el discurso y por eso se siente más cómodo en él, ya sea disertando o debatiendo, mientras que los demás mortales suelen no poseer las herramientas discursivas ni la práctica necesaria para sostener discursivamente una postura de soberbia con fundamentos (aunque en sus respectivos campos sientan una seguridad y comodidad equivalente a la del intelectual en su discurso). Nótese que, por el contrario y ya sea consciente o inconscientemente, entre los intelectuales se produce una comprensión tácita radicada en esa identificación de la confianza del otro y entonces se suele “respetar” -con ciertas salvedades pero sin concesiones- esa soberbia en el otro, focalizándose automáticamente la atención en el contenido más que en la forma, filtrando lo que se necesita, o lo nuevo, o sencillamente, ignorando la actitud ¿necia? del emisor.
No confundamos, sin embargo, soberbia con fanatismo. Lo segundo no tiene nada que ver con este ensayo.
Fin de la Primera parte. (Sólo a partir de las críticas y los comentarios que reciba(4), es que daré lugar a la segunda parte, encaminada hacia donde sea necesario, pero siempre, en defensa de la Soberbia)
(1): Postura que deberemos analizar más adelante con mucho cuidado y detenimiento, ya que en la inmensa mayoría de los casos, suele estar condicionada, y hasta determinada, por una religiosidad y/o una moral más fuertes que la razón que se pueda tener y que van más allá de las verdades esgrimidas (por eso lo de “ilumiados”, en clara contraposición a los que desarrollaron su conocimiento mediante la investigación y acumulación de instrumentos cognitivos). Por tal motivo, dejo fuera de esta primera argumentación a los humildes sinceros y a los -que más adelante también, distinguiremos- falsos humildes.
(2): Entendiendo aquí por "Conclusión": a la Resolución Temporaria, -y siempre- Falsable, inferida desde y sobre un determinado tema, analizado a partir de información manejada con anterioridad por dicha persona o desarrollada (racional o empíricamente) en ocasión de dicho análisis; más la inevitable y subyacente toma de postura respecto del tema en cuestión y a raíz de dicha Conclusión.
(3): Fácilmente podríamos argumentar que en definitiva todos “vivimos de nuestro intelecto” en la medida en que necesitamos sortear obstáculos para alcanzar nuestros objetivos cotidianos, sean cuales sean las circunstancias y dediquémonos a la actividad que nos dediquemos, pero a lo que particularmente me refiero, con la expresión “vivir en y del intelecto”, es a las personas que viven en el lenguaje discursivo y social, empleando la mayor cantidad de su energía y tiempo en el universo de las ideas y lo cognitivo, o que desarrollan su actividad en el ámbito intelectual (no confundir aquí lo cognitivo individual intelectual, con la esfera social de lo intelectual, léase: periodismo puro, actividad editorial o científica -en referencia a las ciencias duras-, etc.). De modo que deportistas, cocineros, programadores de sistemas informáticos, comerciantes, músicos y todos los demás, quedan fuera. Lo siento.
(4): Me atrevo a decir que el 95% de ellos será negativo, pero espero que quienes piensen de manera similar a la mía, lo hagan conocer también, así los demás se dan cuenta de que no estoy solo... muchos de ustedes saben de quienes hablo, y a muchos otros directamente no los conozco, pero también cuento con ustedes...

16 comentarios:

  1. Perfecto... entonces si la soberbia es bien aceptada entre los intelectuales, ellos debieran de darle lugar unicamente entre sus pares, ya que según lo expuesto, entre ustedes "los intelectuales" se entienden y se le da mas importancia al contenido y no a la forma... de la misma manera que los mèdicos hablan entre ellos en términos médicos y no exijen a sus pacientes que entiendan cierta terminología y mucho menos los tratan de ignorantes por no comprender su lenguaje, lo mismo puede ser trasladado al ámbito del derecho, de los ingenieros, los músicos, artitas plásticos, etc! Por lo que creo, que a los simples mortales no les molesta "su autoconfiaza", sino la forma en que la exponen, que es tan criticable (negativamente) en ustedes como en cualqueir ser humano que se dirija a otro con esa actitud... sólo que en este caso el autor toma a la "soberbia" como una característica propia del "intelectual". Mechi.

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  2. Dos cosas esencialmente a partir del comentario casi perfecto pero inevitablemente imcompleto de Mechi: 1º) Tenés razón, me expliqué mal: Es incorrecto que se le dé más importancia a la forma que al contenido, ya que aquélla está contenida en éste y al mismo tiempo, el contenido determina la forma en que se dice. Quise decir que entre bueyes bien se lamen... (o algo así) queriendo decir que solemos pasan por alto lo que ellos mismos pecan, es decir, ignoran la soberbia como forma, pero NO toda la forma ni sus características principales. 2º) Precisamente lo contrario a lo que decís: NADIE dijo que se trata de ignorante a nadie, sino que se percibe "como si", QUE NO ES LO MISMO. Y para mostrar eso es que me tomé el trabajo de escribir todo lo anterior.

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  3. Finalmente, NO es válido lo que me querés hacer notar, Mechi, sobre que los abogados, científicos y médicos, entre otros, "no pretenden" que los "demás mortales" comprendan su lenguaje. Inevitablemente, más o menos veces, esos y todos los grupos disciplinarios hablan efectivamente "en chino" (ni que hablar de la caligrafía que tienen los médicos y que ostentan irracional e inconscientemente como blasón), pero no se puede evitar ese hecho porque cada esfera maneja sus propios conocimientos y para comprenderlos del todo se deben manejar los conceptos que nombran dichos conocimientos y que varían de esfera en esfera. Por lo mismo, valiénonos del mismo principio, un deportista profesional no va a pretender que practiquemos "los demás mortales" su deporte específico con el mismo grado de perfección que él. Por lo tanto, aunque la soberbia no es pecado exclusivo del intelectual, se nota más en él por la cercanía de su discurso con la vida cotidiana, y porque la gente se entiende hablando... que es el campo del intelectual: ni en canchas de fútbol, ni en laboratorios, sino hablando, y es por eso, que los que más son tildados de soberbios son los intelectuales.

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  4. bueno, egregio amigo.

    comprendo, empatía bien lograda por cierto, o al menos eso intento.
    pero no sé hasta que punto la actividad intelectual esta aquí expuesta como una tarea exclusiva en la acepción de excluyente: si la actividad intelectual resulta para unos pocos, entonces volvemos a Platón y nos quedamos en la justificacion de que solo unos pocos pueden "manejar el conocimiento".
    Cierto es, que este menester es, hoy, excluyente; pero como intelectuales, debieramos poner en cuestion los alcances de nuestra actividad y sus repercusiones. que la actividad intelectual sea hoy recurso de unos pocos no es óbice para que ésta se expanda y hágase universal, y por tanto maravillosamente revolucionaria.
    Sé, de buena fe, que tu proyecto sigue estas lineas...pero tal vez las "formas" (que abrieron al debate) se a/parecen un tanto confusas...

    creo que el tema de la arrogancia y la soberbia, ademas de iluminarnos al respecto (esto ultimo, a causa de no encontrar un sinonimo mas feliz, o menos frances)es excusa de instar siempre a lo primordial: el debate. Sin él, creo/deseo, no hay condición de posibilidad de una replica, de identificar a un otro..y en ese otro a nosotros mismos como/en otros.

    todo un honor.

    A.

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  5. Mi querido Librepensador, gracias por los piropos camuflados y las críticas constructivas, y FELIZ DÍA DEL AMIGO A LA DISTANCIA!
    ...paso ahora a aclarar algunas cuestiones que bien planteás:
    En la presentación del artículo adelanto "...un ensayo hijo del cansancio", a buen entendedor, pocas palabras, pero bueno...; lo que quiero decir es que no intento formular una Teoría Última sobre las transacciones cognitivas y el tráfico informacional, sino apenas dar cuenta del leve desvío involuntario que frecuentemente encontramos en las críticas a la Forma característica por excelencia (según creo) del discurso intelectual comprometido (y no hablo de ideología política sino de autoconocimiento), es decir, las críticas del tipo: "¿Por qué hablás así, tan arrogante?" Por otra parte, en NINGÚN momento sugiero la "actividad intelectual" como propiedad EXCLUSIVA de los intelectuales, sino que únicamente la señalo como el terreno en que mejor se manejan estos últimos; tampoco podemos negar que somos los intelectuales quienes más cómodos nos sentimos en un debate, y quienes más y mejores herramientas poseemos para salir airosos del mismo (TENGAMOS O NO TENGAMOS RAZÓN, ¡que tampoco estamos hablando filosóficamente de La Verdad!). Eso, y nada más.

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  6. Diego, gracias por los saludos del día del amigo y como siempre que necesitás acá tenés mi opinión, que podría dividerse en las partes en las que estoy de acuerdo con vos y en las que no... empiezo por el principio...

    No estoy de acuerdo con esto de mezclar lo que una persona hace para vivir con el intelecto o la inteligencia de la misma. "De modo que deportistas, cocineros, programadores de sistemas informáticos, comerciantes, músicos y todos los demás, quedan fuera. Lo siento." Puede haber por ahí muchos "pensadores", intelectuales y filósofos que su forma de ganarse la vida no sea utilizando sus pensamientos ni reflexiones. Recordá que vos sos (por la forma en que mantenés tu vida) un comerciante, te podemos ver detrás de un mostrador vendiendonos cosas, pero no por ello dejás de pensar, de intelectualizar con las cuestiones profundas (o no) de esta vida. Por eso te pido que no excluyas a la gente que puede entablar una discusión contigo por lo que hace en su vida.

    Coincido con vos que la confianza en uno mismo puede verse como arrogancia o soberbia, pero cuando surgen estas dicotomías? en un debate, en una discusión y allí lo más difícil es darse cuenta que existen 3 verdades: MI verdad, TU Verdad y LA VERDAD (a esa nadie la vió todavía...) Creo que el principal problema es debatir y querer cambiar lo que piensa el otro, en muy pocos casos sucede y es por ello que uno le dice al otro "me tenés harto, siempre hablás como si te las supieras todas y yo fuera un pobre ignorante".Se puede vivir en un desacuerdo constante con alguien? no creo que no, pero el desacuerdo con esa persona puede atarse a un determinado contexto o charla. Yo no voy a dejar de ser lo que soy, los valores que tengo, mis virtudes y toda mi confianza, por estar en desacuerdo con vos en como cambiar al mundo. Son visiones diferentes y la mía es perfecta obvio -sarcasmo-

    Un abrazo (no tengo más tiempo para pensar, tengo que programar en la compu y viste que las dos cosas no se pueden hacer -sarcasmo nuevamente-)

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  7. La verdad es que me siento como Napoleón: quien dijo que su mayor capacidad (en tanto que virtud) era saber con quién frecuentarse o recorrer los caminos... pues bien, igualito a mí, y los tres comentarios anteriores lo demuestran con creces: Siempre perfeccionándome ustedes y derramando humildad a baldazos sobre mi soberbia insoportable (digámoslo así, puesto que, creo, ya hemos entrado en confianza con cualquier lector a esta parte) Nuevamente, gracias.
    Qué puedo decir acerca de tu comentario particularmente, Gusti? Alto como siempre (jejeje) Igual lo intentaré, ya sabés lo que dijo no sé quién: "Lo haremos, no porque sea fácil, sino precisamente porque es difícil" Pues bien, lo intentaré... Querido amigo, has pasado plenamente por alto mi aclaración explícita "(no confundir aquí lo cognitivo individual intelectual, con la esfera social de lo intelectual, léase: periodismo puro, actividad editorial o científica -en referencia a las ciencias duras-, etc.)", y creo que ni la física, ni la programación, ni el periodismo puro, es decir, sin opinión ni crítica, están dentro de lo "cognitivo individual intelectual, que vendría a ser, mal y pronto, algo así como "pensar uno sobre lo que uno piensa", y sobre todo: "pensar sobre uno mismo y sobre lo que uno piensa sobre uno mismo". Podés ser la persona más ingeniosa y vivir de ello, pero no conocerte a vos mismo, e incluso "tenerte miedo". Tampoco, y conociendo mi ANTIacademicismo debieras suponerlo, me referí a los títulos académicos o a la actividad lucrativa, sino a vivir "EN" lo mental personal, en el sentido de vivir pensando abstracta, metafísica e introspectivamente, y "DE" lo mental personal, en el sentido de alimentarse de ello y necesitarlo para vivir y no en el de vivir de lo que uno piensa, yo por ejemplo, administro un comercio, sí, pero me considero y defino terminantemente como un autodidacta e insoslayable intelectual (o, mejor, al decir de otro amigo: Librepensaror) por más soberbio que eso suene. Consecuentemente, hay dos planos, uno oficial-social y otro efectivo-personal, no excluyentes, qué mejor ejemplo para ello que el de la palabra "filósofo"...
    Por otra parte en tu respuesta también escribís: "Por eso te pido que no excluyas a la gente que puede entablar una discusión contigo por lo que hace en su vida." y "en una discusión y allí lo más difícil es darse cuenta que existen 3 verdades: MI verdad, TU Verdad y LA VERDAD (a esa nadie la vió todavía...)", por lo que tengo la leve impresión de que hemos escrito nuestros comentarios anteriores (vos el tuyo y yo el mío) al mismo tiempo, es decir, no has leido lo que contesté acerca de La Verdad en mi comentario anterior...: "(TENGAMOS O NO TENGAMOS RAZÓN, ¡que tampoco estamos hablando filosóficamente de La Verdad!)"
    Sabrás, además, que a lo de programadores informáticos abstenerse, lo escribí precisamente por vos y lo "nuestros", jejejeje. A sabiendas de que varios pensadores "morderían el anzuelo" por su condición de "programadores"... que quede bien en claro, te admiro y te quiero porque sos pensador, y no porque seas programador. (Otros lectores, abstenerse, que no estoy diciendo que SÓLO admire a los pensadores, ni mucho menos!, sino que es esa una cualidad que aprecio con demasía en las personas)
    Por lo demás, de buenas a primeras estoy plenamente de acuerdo con lo que escribís a partir de "Creo que el principal problema es debatir y querer cambiar lo que piensa el otro...", agregándole, para terminar y complementar, que la contracara es que además de querer cambiar al otro, uno siempre INERCIALMENTE tiende a permanecer en su idea previa, por lo que también se genera un movimiento opuesto que termina en una actitud defensiva inconsciente que empeora las cosas...
    Bueno, querido amigo, recordá invitarme a la próxima presentación de Fluxus, que estoy ansioso, y nuevamente, FELIZ DÍA!
    (Felicito al lector paciente que no ha vomitado todavía!)

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  8. Hola,intenté hacer mi aporte pero como siempre escribo bastante no entraron tooooodos los caracteres que se permiten para publicar un comentario, de todos modos no es excusa para que no hagas una devolución solo porque el comentario te llegó por e-mail, así que espero te hagas el tiempito de leerlo, creo que te va a sorprender no por lo fino del razonamiento sino porque quizá en cierta forma estemos de acuerdo jajajaja te mando un beso, después hablaremos...
    Gaby

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  9. Bueno, Gabi, no sólo está muy buena tu respuesta (y favorece a mi argumentación, jaja) sino que creo que tu respuesta pertenece tanto a mi casilla de correos como a esta entrada en mi bitácora, así que la voy a incluir -al menos a la mayoría- aunque sea en dos o tres partes:

    Respuesta Gabi, Iª Parte:

    Convengamos que es un largo debate que llevamos hace años, de manera verbal, mental y espiritual, pero bueno, sabemos perfectamente que más allá de la intelectualidad que nadie nos niega a ambos y que ambos nos reconocemos, en el fondo, la profundidad es lo de menos, lo que cuenta es que en el fondo es una cuestión de egos. Obviamente que la soberbia no es mala, al menos no es mala palabra, lo mismo que arrogancia, lo mismo que rencor, amor, amistad, cariño, todo no es malo y todo no es bueno, y de todos modos todo lo escrito por vos sigue siendo tu opinión de lo que eso significa, todo tiene un poco de bueno y un poco de malo, la autoconfianza es una cosa y la soberbia es otra, pero esa es mi opinión, además ser autoconfiado y mostrarse autoconfiado no es lo mismo, la autoconfianza también está sobrevalorada, alguien que cree ser autoconfiado, sentirse autoconfiado y por lo tanto deducir que tiene autoconfianza, podría encerrar un problema interno plagado de debilidades innombrables en público, manteniéndonos dentro de los parámetros de tu escrito y lo vertido en él, fobias que solo un intelectual puede sufrir, pero haciendo uso del tan conocido “entre bomberos no nos vamos a andar pisando la manguera”, perdoname la vulgaridad, no voy a ventilar cuales son las fobias de los intelectuales, al menos no de dos intelectuales, ambos sabemos que en el plano de la intelectualidad nos hemos enfrentado más de una vez como luchadores de sumo y en el plano de la amistad el doble de veces, y siempre alguien terminó mordiendo el polvo, por las mismas razones que defendes la soberbia, somos intelectuales, que le vamos a hacer, no es algo que elegimos con plena libertad, no crecimos en hogares donde lo intelectual fuera algo mal visto,  ni bien visto, ni regularmente visto, ni algo impuesto, era algo natural, además traemos nuestros propios ingredientes a esta situación de intelectualidad.

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  10. Gabi's, IIª Parte:

    [...] Hay algo que la gente confunde normalmente y es eso que plantea mi amigo en este caso, que voy a defender, desde otro ángulo, por supuesto, para ello voy a tomar prestado unos cuantos versos de la canción esa que canta Sandra Mihanovich “Soy lo que soy”, que últimamente a sido como una especie de himno o estandarte musical de la comunidad homosexual, pero como siempre, todo depende de cómo se usa, de quién lo usa y para qué lo usa, deben leer los versos, sino mi análisis carecerá, adolecerá y quedará huérfano de sentido. Ahí van los versos: “…Soy lo que soy/no quiero piedad/no busco aplausos/Toco mi propio tambor/dicen que está mal,/
    yo creo que es hermoso” (habitualmente acá es donde empiezan a pegarnos indiscriminadamente, ningún intelectual que se precie de ser tal, va a buscar una condescendencia, y si no lo aplauden poco importa y siempre va a creer que todo lo que hace es hermoso, porque si bien la crítica es buena, la autocrítica es mejor, y un intelectual es sumamente autocrítico, despiadadamente autocrítico, pero el intelectual tiene ego, y éste se alimenta de la aceptación y reconocimiento de su labor en el entorno donde se mueve, y no es una contradicción, ser aceptado no implica ser aplaudido, aplaudir se puede aplaudir a cualquiera, inclusive al culo de alguna mina que aparezca en el programa de Marcelo Tinelli. “...Porqué tengo que amar/(acá puede leerse amar también como sinónimo de pensar, el intelectual ama a través del pensamiento la mayoría de las veces, por eso también recibimos la crítica de fríos, aunque nosotros, obviamente tengamos otra percepción del asunto)/según los otros dicen,/tratá de entender/las cosas de mi mundo/La vergüenza real/es no poder gritar:"yo soy lo que soy"

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  11. Gabi's IIIª Parte:

    "[...] ...sí somos soberbios, sí somos arrogantes y la mayoría de las veces, la gran mayoría de las veces nos sobra autoconfianza, (aclaro que no son todas las veces porque al principio hice alusión a fobias que tenemos y eso, a veces, nos resta bastante de esa autoconfianza) y es una amenaza en todo sentido para nuestro entorno no-intelectual Aclaro que no estoy discriminando negativamente al entorno no-intelectual nombrándolo así, por el contrario, nunca he dicho ignorante a nadie que no supiera o no tuviera conocimiento sobre algún tema que domino, al contrario, me he tomado mi tiempo para explicarlo, y nunca he intentado aplastar la autoconfianza de nadie que no sea un intelectual (porque entre intelectuales siempre hay un choque de egos y por lo tanto siempre se le respeta la soberbia, y se combate indirectamente esa autoconfianza, entre arrogantes es obvio que no nos vamos a ofender), ahora bien, ¿si hablo rarito o “en difícil” ...cuesta tanto preguntar de qué se trata? Si intento introducir en alguna conversación un tema poco convencional o no trivial, acaso eso de alguna forma tiene que tornarse en una humorada? Reírse de alguien que posee algún conocimiento de algo, o mucho conocimiento de algo o de mucho, no es acaso un reconocimiento tácito de la ignorancia de quien se ríe? Por qué tengo que ser benevolente con quien ignora mientras quien ignora puede irrespetarme por ser intelectual, inteligente, una persona interesada en adquirir cada día más conocimiento por el mero hecho de hacer ejercicios intelectuales cada vez que tengo oportunidad? Por qué tengo que tolerar que se me diga soberbia, arrogante? Es suficiente con vivir atormentados por nuestro propio cerebro y los productos que él elabora constantemente a través del conocimiento que incorpora y los análisis que realiza a diario de todo: la ignorancia es sinónimo de felicidad, el no-análisis, el no-razonamiento, la no-curiosidad y etcéteras hace a las personas felices, nadie se preocupa por lo que no sabe o no conoce, pero nosotros los intelectuales no los fustigamos por ser como son.
    Muchas susceptibilidades serán heridas en profundidad con lo dicho precedentemente y con lo que voy a decir al final: si yo por ser un ser pensante, ávido de conocimiento, que me detengo a analizar todo lo que puedo, que me autoinvento cada día desde y para mi intelectualidad, y la ejercito y la ejerzo, te hago percibir que soy soberbia y arrogante, entre muchas cosas más, ponete en mi lugar y pensá qué podrías hacerme percibir cuando estoy frente a vos… sí, hay que pensar para eso, disculpá."

    Fin de la respuesta de Gabi...
    (¡Mierda! ...parece que no soy el único directo por estos lares, ¿verdad? jejeje)
    Celebro los trapitos al sol cuando de confrontaciones se trata...

    Y renuevo mi invitación para seguir comentando el tema y así perfeccionar mi discurso (ya que todo lo que vayan poniendo es ingresado directamente a mi psiquis para hacerme mejor persona... nuevamente, espero no ser el unico.)

    Los quiero

    d

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  12. Y ya que de Citar se trata, adjunto otro comentario que me llegó a mi casilla de correos (tuyo, tía querida), que me parece baja un poco los cambios y aporta una brisa necesaria, desde un pequeño espacio, pero con mucha sabiduría...:

    "Querido Diego: Feliz día!´por hoy y los 364 restantes.... que no queden relegados por favor!!!!
    Bueno, tu madrinita es uno de los lectores pacientes que no ha vomitado todavía je je!!
    Cuánta palabra... vos lo dijiste cuánto se habla de lo mismo con diferentes términos y cuánto de diferente con los mismos.
    Sobre el valor negativo de los mismos creo que no es otra cosa que nuestros miedos escondidos. nuestras feroces dudas que nos hacen poner máscaras.
    Y en cuanto a la "humildad" ya sabés que su raíz es "humus" o sea tierra y eso no es otra cosa que tener los pies sobre la tierra. Reconocer lo bueno y lo no tanto que nos acaricia o nos golpea adentro, aceptarnos como somos y aceptar al otro como es podría ser un inicio de humildad.
    Querido mío ha sido un gustazo recibir un mail tuyo, y te estoy escribiendo estas poquitas cosas escuchando bellísima música y canto.
    Feliz díaaaaaa!!!
    Y acá estoy y estamos .
    Un abrazo
    Marta"



    Sin palabras.

    d

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  13. Diego deberías aclarar a tus lectores que faltan algunos fragmentos de lo que yo te escribí que veo astutamente obviaste (cortaste? tapaste? eliminaste?) deberías haberlos puesto a todos, sobre todo la parte en la que menciono mi desencanto por el lugar donde actualmente vivo, obviamente planteado desde aquello relacionado con lo intelectual, deberías poner todo en honor a la verdad y al sentido de lo escrito, honestamente no me iba a tomar el trabajo de ponerlo por partes, sabía que de alguna manera te la ibas a ingeniar para que se vea lo que te escribí, no porque sea relevante quien lo ha escrito sino porque defiende en alguna medida lo que expones, pero en honor a esa defensa que muy pocas veces te concedo o le concedo a alguna creación mental de tu pertenencia, deberías haber mostrado todo, porque en cierta forma hasta podría verse como sacado de contexto lo que yo te he manifestado, asumo que hay cosas que pensaste eran lo suficientemente íntimas como para publicarlas, sobre todo aquello que alude a la feria, quizá me equivoco... pero vas a tener que demostrarmelo (jajajaja seguramente ya asumiste al llegar a esa parte que estoy equivocada, no importa yo se que tengo razón jajajaja, no nos vamos a ofender por ser quienes somos... o si?)
    Gaby

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  14. y por favor no se te vaya a ocurrir el más mínimo intento de excusa a semejante recorte decirme que "pusiste puntos suspensivos y puntos suspensivos encerrados en corchetes para evidenciar que faltaba algo de texto, porque si lo ponías por partes bien podrías haberlo puesto todo, y se honesto con vos, con tus lectores y conmigo, nunca hubieras aceptado que alguien recortara tus ideas, bueno amigo, yo tampoco, de todos modos te mando un beso grande, deberias bajarte todas las temporadas de la serie The Big Bang Theory, durante gran parte de tu vida fuiste el personaje Dr. Sheldon Cooper, seguramente me vas a decir que nada que ver, no importa, miralas igual.
    Ahora si me voy definitivamente, un beso.
    Gaby

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  15. Amiga mía, lo que recorté fue porque este tema es sobre la defensa (o su contrario) de la SOBERBIA, y no sobre mis fobias filiales o tus inconformidades sociales... nada más que por eso, pues no daba extender nuestros comentarios aún más de lo que se extendieron. ¿Ocultar? Extremadamente pocas veces, y con razón. ¿Sentir vergüenza o pudor o lo que fuere? Prácticamente nunca (en estos tiempos, claro, antes era otra cosa respecto de la segunda)

    Genial entonces. Sigamos con lo nuestro.

    Besos,

    d

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  16. Ella me llamaba, y yo solo la rechacé una y mil veces, mi mente quería ser libre, sin preocupaciones, pero ella me cazo, luego me fue masticando de apoco, y con sus dientes me fue amoldando para ser tragado, ahora después de un tiempo sin poder salir sigo la masa, seguro me defecan, pero no! me quedo acá! y de apoco desde adentro voy a ir manejándote.
    MALDITA SOCIEDAD

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Sírvase Ud.!

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