Democrático o no democrático?
Si pienso que lo mejor para la mayoría no necesariamente es lo que la mayoría quiere (lo cuál es muy lógico puesto que la mayoría suele estar conformada por quienes prefieren su propio bienestar al bienestar común y anteponen los lujos propios a las necesidades ajenas… por esto es que casi siempre lo mejor para la mayoría es opuesto, es todo lo contrario a lo que la mayoría busca, provoca o desea… y por eso mismo es que el capitalismo – doctrina centrada en la exaltación de lo privado, justificadora de y tendiente al egoísmo – triunfa por doquier sobre el comunismo, que defiende por sobre todas las cosas – al menos por definición – el bien común, lo colectivo, lo de todos…), sigo: si lo pienso, lo sostengo y lo defiendo, (lo que equivaldría a decir que apoyaría, dado el caso, a un gobierno que legislara a favor del bien común pero en contra del deseo mayoritario) entonces, soy NO democrático. Si opino que una persona, un individuo, es inteligente, pero muchas… ganado, soy NO democrático…
Podríamos tomarlo de esa manera, y si lo hacemos, en rigor, mi pensamiento es no democrático para el común de la gente, de acuerdo. Pero si alguien desconocido para mí se acerca y me pregunta si soy democrático, obviamente le contesto de manera afirmativa. En una acepción, quizá la más acertada o exacta, estaré mintiendo, en la otra, diciendo la verdad. Mintiendo, en el sentido etimológico del término. Pues “demos-crasis” significa “gobierno-por-el-pueblo”. Pero estaría diciendo la verdad en el sentido coloquial del término: en el que en realidad queremos decir: “gobernar-para-el-pueblo”. Lo cual es muchísimo, incomparablemente, a todas luces, más realista, ya que NADIE – y cuando digo nadie, es claro que me refiero a la mayoría… a la mayoría en cuestión!!!!! – se preocupa por sus gobernantes, por sus leyes, por sus dictadores indirectos, por el futuro real – y que puede ser cambiado – de su pueblo!!!! Y lo que resulta de ello es lo más obvio: que no saben elegir a sus representantes!!!!!).
Podríamos, al margen de las apreciaciones anteriores (irrefutables, en lo que a mí respecta), preguntarnos, como para empezar de nuevo: Qué es más importante?: Lo que quiere la mayoría, o lo que es mejor para ellos?????? (y dejemos de desafiar nuestra creatividad poponiéndonos preguntas capciosas como “acaso es posible que una persona, o un conjunto de ellas, pudiera jamás llegar a conocer qué sería lo mejor para la humanidad, o tan siquiera para una mísera comunidad???”; preguntas que por lo demás, sólo enredan, confunden, y hacen perder el tiempo… ya que, está visto que sí hay personas – preferentemente, grupos de ellas –, con el conocimiento y la experiencia necesarios para llevar adelante a una población entera con el menor de los daños posibles…). Prefiero, para contestar la pregunta, cambiar el “más importante” por el “mejor”: y reformularla:
Qué es mejor? Lo que la mayoría quiere, o lo que es mejor para ella?
Pues es que no hay mejor ni peor: No hay opción en realidad… un camino lleva a la extinción, más temprano o más tarde… pero extinción al fin, puesto que los más poderosos se cagan en el mundo, y precisamente son ellos quienes, por el poder de su influencia, obligan a masas y masas de personas a seguir su camino…; el otro camino… a la convivencia lo más armoniosa posible (que no descartaría algún que otro altercado, pero sí lo minimizaría). NO HAY ELECCIÓN REAL CUANDO UNA DE ELLAS ES UNA NUBE DE HUMO, Y LA OTRA, LA ÚNICA SALIDA!
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