lunes, 29 de octubre de 2007

Alegoría necesaria

Todo pasó.
Escuchas el motor de un vehículo alejándose a gran velocidad.
…ya no.

Silencio.

Pasos. El sol llega a través de tus párpados en un rosado claro y tibio, inusualmente cálido. Se van acercando. Debe ser por las sombras de los curiosos rodeándote, que ganan los rasgos de tu cara desfigurada por el golpe, …que oscurece.

Sabés que están susurrando cosas, aun así, no oyes nada. Quieres, pero no. Nada. Hablan de ti, del conductor, del clima… Qué importa?!. No los oyes, e igual, sigues yaciendo allí… sordo… solo.

Clarean tus párpados nuevamente. Aire, al fin.

Sabes que te cegará la luz del día, del sol absorbiéndolo – casi – todo. Sabes que hacerlo implica dolor… pero dejas de obedecer a esa voz interior que te susurra:

ABRE LOS OJOS.

1 comentario:

  1. La verdad ke en en esta década, un lustro y tres años ke nos conocemos y compartimos esta relación conflictuadamente inteligente, afectuosa y belicosa al mismo tiempo, ke llamamos amistad, nunca dudé que algún día podría ver tu ser plasmado en la escritura, lo cual me llena de orgullo, satisfacción y esperanza, porque a pesar de las grandes diferencias que nuestros pensamientos adolecen no hay nada mas trascendente en esta vida ke las ideas, por eso amigo, seremos eternos mientras mantengamos activo el ejercicio constante de pensar, salud!

    gaby

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Sírvase Ud.!

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