viernes, 6 de agosto de 2010

2º Encuentro de Escritores en Las Flores

Hoy cerró el 2º Encuentro de Escritores en el Penal de Las Flores, en nuestra ciudad de Santa Fe, Argentina.  Fue el primero al que he asistido, pero de ninguna manera será el último.

¿Cómo hablar del mismo, sin caer en alabanzas superficiales al esfuerzo, ni en sitios comunes?  Difícil.  Todo el mundo dice lo mismo: "qué mérito los muchachos por tratar de hacer arte en un ambiente tan frío", "los internos son personas también, con nuestros mismos deseos y necesidades", "la sociedad los ignora, los manda allí en penitencia y se olvida de ellos", etc., etc., etc.  En fin.  todas ellas son verdades, trilladas, pero verdades al fin, y muy meritorias por cierto, pero lo que quiero es aportar algo nuevo, algo mío...

Pues bien, dos cosas entonces.

La primera tendrá que ver con lo humano: realmente uno no se da cuenta de que mientras vive su pequeña vida, otros 7.000.000.000 de humanos están haciendo lo propio con la suya, y no son los más quienes la viven parecido a uno, sino apenas un puñado de ellos.  Las días son infinitamente diferentes para cada viviente.  Aunque "por dentro" se parezcan en muchos casos, o apenas contemos unas varias tipologías dominantes, "por fuera" la variedad es infinita.  Pues bien, hoy me choqué con esta curiosa realidad una vez más.  Mientras a modo de cierre, memorandum, conclusión o fijación, escribo esto al calor de una estufa, en casa, rodeado de perros y libros, allá, mis nuevos compañeros de ruta intentan conciliar el sueño en sus celdas tranquilas.
Mis días y noches me toman donde quiero que me tomen y muchas veces, si soy afortunado, entre quienes quiero que me tomen; mientras que los días y noches de mis nuevos amigos los encuentran siempre en el mismo lugar:  La Cárcel (los eufemismos muchas veces "esconden" más de lo que "suavizan", por lo que procuro evitarlos).  Es en esta incomprensible diferencia (apenas comprendida por quienes la viven, es decir, por quienes perdieron su libertad física alguna vez), que nuestros caminos divergen.  Sólo se vuelven a encontrar en la Literatura, o sea, en el Interior de cada uno de nosotros.  Allí, somos hermanos.
Como bien se ha dado en llamar, el Encuentro de Escritores fue precisamente eso: un intercambio entre escritores, algunos de ellos, circunstancialmente privados de su libertad, otros, yo entre ellos, derrochando libertad, malgastándola desvergonzadamente la mayor parte del tiempo.
Escritores dentro, escritores fuera, escritores al fin.  Todos somos uno en nuestro encarar el alma.  Todos estamos solos.  Todos nos tenemos a nosotros mismos y a nuestras palabras omnipotentes.  Sinceramente, en la pasión y la actitud, en los intereses y la búsqueda, hoy encontré más hermanos dentro de Las Flores, que muchas veces afuera, en la gran ciudad...
La Literatura, hoy mostró lo mejor de sí a quienes estuvimos atentos y pudimos asistir al Encuentro.  Celebro por ello.

La segunda cuestión, algo más técnica y profesional (no porque yo lo sea, o sí, sino porque se trata de una tecnología y un quehacer, al fin y al cabo, en el sentido puro del término):  El Encuentro de hoy me ha servido para descubrir algo más, muy felizmente, me ha servido para destruir un mito que albergué dentro de mí por mucho tiempo: ha hecho que yo cambiara mi postura ante los Talleres Literarios, de nihilistamente negativa a rotundamente positiva.
Me explico: antes de hoy, yo pensaba que nadie era nadie para decirnos si un poema estaba mal, o si un poema estaba bien.  Nadie podía decirnos si debíamos cambiar una palabra elegida por nosotros, por otra que "sonara más lindo".  Pensaba que la poesía gusta o no gusta, y ahí termina la cuestión.  Pero hoy, aunque las primeras partes de las tres oraciones se mantienen, las conclusiones son distintas:  Es verdad, si el Arte es Expresión, Introspección, Perspectiva, entonces, lo que hacemos se vuelve irrefutable... pero ¿y qué si no tenemos las herramientas para hacerlo?  Dicho mal y pronto: ¿Cómo escribe poesía un analfabeto?  Pues bien, esa instancia permanecía velada a mi entendimiento.  Desde hoy, no.  Puesto que cuando alguien necesita expresarse y no puede hacerlo, es muy probable que ni siquiera se dé cuenta de lo mucho que necesita de la literatura.  Es la misma escasez de herramientas la que nos hace escasos de intentos y, por ende, de soluciones.  La catarsis necesita un conducto.  La expresión necesita de una forma.  ¿Qué es el contenido sin las palabras que lo transmitan?  Muchas veces, Violencia.  Y es en este punto exacto, en donde la literatura llega al rescate, de la mano del autoconocimiento.
Tal vez, los talleres huelguen cuando tenemos las herramientas, muchas son las razones que así me lo muestran, pero de ninguna manera se hacen dispensables si carecemos de ellas.  De hecho, son la mejor manera (sino la única real) manera de introducir la pasión de la literatura en la sangre de quienes están alejados del Planeta Lenguaje.

Muchas vivencias por hoy, este cuerpito se despide.

1 comentario:

  1. No podía faltar este agregado, que va como "comentario" porque tiene que ver con el Encuentro, pero no directamente con lo que escribí sobre él, aunque sí es igualmente importante:

    Héctor, un interno, se me acercó agradecido y entre tantas cosas interesantes que hablamos y tantas con las que me sentí identificado, me dijo que era valiosísimo que hayamos querido y podido ir hasta ellos, ya que muchas veces, "los de afuera" tomamos al penal como el "basurero de la sociedad", dejándolo de lado porque allí está "lo peor de lo peor"... pues bien, es valiosísimo, seguía diceindo Héctor, que nosotros podamos ver que allí dentro "también había personas" que sienten como "los de afuera", y era valiosísimo que podamos comunicar a "los de afuera", quienes tuvimos la fortuna de compartir con ellos, la forma en que viven, las actividades que desarrollan, sus problemas, obstáculos y sueños, puesto que en la comprensión está la aceptación, y con ellas, la verdadera integración y las ganas de cooperación mutua.

    Pues bien, espero de ahora en más, poder aportar mi pequeño granito de arena en esta playa muchas veces descolorida...

    Saludos

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