martes, 8 de abril de 2008

Estepas

pesadas... sudor de convicto fugitivo, las lágrimas morían en la noche de mi regazo conforme el coche se retiraba de la estación... conforme tu silueta se confunde con gordos y viejas, con linyeras y choferes, allá, eternamente lejos, en la estación terminal que el colectivo acaba de abandonar.

livianas... esperanza de madre o de novia enamorada, esas pestañas tan tuyas vapuleaban una y otra vez, aquella mi decisión de partir, de retozar fuera del alambrado protector... tus brazos, y el aroma a sándalo de tu cama esquiva.

allá, el regreso, la cotidianeidad , el tedio de lo conocido; aquí, tu sonrisa redonda, abarcando el mundo... allá, las esferas inquietas de las horas; en esta, tu ciudad... mi rumbo olvidado, mi verdadero yo, mi destino inexistente...

quisiera volver un segundo el tiempo. no para volver, sino para traer: traer conmigo estas jornadas hendidas, rasgaduras y experiencias del ser; traer conmigo tu mirar, como de campo y precordillera, como de fuego y serenidad; traer conmigo todos los recuerdos y la ruina que será... traer conmigo una sola cosa:
MI SER.

1 comentario:

  1. Diego, que hacés loco, soy pesu. Che, voy a reescribir el currículum que querías para Aretha, te lo voy a estar mandando por mail en estos días. La razón es que hay mucha gente laburando y poniendo mucha creatividad, y el mío está hecho con dos pesos y me dio como vergüenza; así que lo mejoro un poco (no mucho), y te lo reenvío. Un abrazo capo.

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