La siguiente es mi respuesta a unos comentarios amigables de un amigo, en referencia a la Presentación del nuevo blog de reivindicación de la información que estamos desarrollando en conjunto (Presentación que recomiendo leer antes de continuar, aunque igual se entiende...). Dado que deseamos que dicha bitácora mantenga su imparcialidad y objetivismo (tanto, al menos, como nos sea posible, ya que somos todos seres humanos), he decidido contestarte, querido Delfos, en este lugar. Perdón por las idas y vueltas...
Delfos, a tus cuestionamientos respondo: ¿Hay calidad en el voto? POR SUPUESTO. Un voto emitido consecuentemente respecto de una investigación previa acerca de los candidatos, y basado en la experiencia, va a ser cualitativamente más valioso que uno emitido al azar, o con poca o nula información sobre lo que se pone en juego o sobre lo que "ofrecen" las diferentes alternativas. No hablamos aquí de derechos, sino de resultados. Todos los votantes poseen el mismo derecho al voto, así como todos los votos deben tener el mismo "peso" o "valor" entre sí a ojos de la ley; pero todo lo anterior no quita que hay que informarse para votar con responsabilidad. A eso me refería respecto a la "calidad del voto": a preocuparse por informarse para poder votar responsablemente.
Referente a "¿No es una buena forma de respaldar una afirmación respecto de un partido político acudiendo a su historcidad, a la tradición? en definitiva ¿a "los hechos"?" Respondo: Sí, claro que lo es, pero con "historicidad y tradición" yo me refería a todos aquellos que alguna vez votamos a un partido "X" sólo por inercia, o porque nuestros padres lo votaban, o porque nosotros siempre lo votamos. No me refiero a la historia del partido, sino a la del voto del electorado. No es productivo para el cambio que siempre votemos por inercia, sino que con cada comicio reactualicemos nuestras convicciones en función a la trayectoria ACTUALIZADA del partido.
Finalmente, que si con " fundamentos contaminados" estoy suponiendo que hay algo puro, sí, de hecho lo hago. 100% Consciente estoy de ello: lo puro es lo Absoluto -en tanto escapa a cualquier vida humana, y a todas ellas en conjunto-, es la realidad que envuelve todas las realidades, la mía y la de quien no tiene calzados, techo ni comida, la mía y la de quien tiene, además de su casa en la que vive, un departamento en New York y otro en París. Precisamente por eso queremos hacer converger las propuestas de todos los candidatos en un solo lugar, porque sabemos que todas y cada una de las miradas partidarias no son más que partes en un todo: La Realidad Argentina.
Invito, ahora, a volver al espacio DemocraciaFuerte y seguir informándonos. Para las opiniones fuertes (como en este caso) elegiremos otro espacio.
Aclaradas algunas cuestiones como el tema de la historicidad por un lado y la existencia de una realidad absoluta que nos envuelve (cosa que no comparto pero es una cuestión de principios más que otra cosa) me siguen quedando inquietudes respecto del voto, especialmente cuando pienso en los presupuestos y las consecuencias que ello conlleva.
ResponderEliminarDiego: no me hagas trampa, me cambiaste la pregunta porque respondiste a una pregunta que no formule.
Texto presentación: “…para contribuir lo más posible a mejorar la calidad del voto de todos los argentinos, en general, y de los santafesinos en particular”
Pregunta de Delfos: “¿Hay calidad de voto?”
Respuesta de Diego: “Delfos, a tus cuestionamientos respondo: ¿Hay calidad en el voto? POR SUPUESTO…”
Son cosas muy distintas que tienen presupuestos, consecuencias y alcances muy profundos.
Una cosa es afirmar que hay “calidad de voto” “calidad de el voto” –error de contracción gramatical- y otra muy distinta es decir: ¿hay calidad en el voto? Una cosa es la preposición “de” y otra la preposición “en”
Afirmar que hay calidad de voto es una cosa, y si defendes esto, lo que sacaste por la puerta (la cuestión del derecho igualitario del voto, etc.) se te mete por la ventana por el lado del saber y termina siendo discriminatorio y elitista.
¡Abrazos y adelante!
La respuesta, querido Delfos, es demasiado fácil. El tema es la responsabilidad social que conlleva hacerla, pues es políticamente incorrecta, al menos en mi caso, y me atrevo a decir, en el 90% de los casos.
ResponderEliminarSin dar más vueltas, respondo con coraje y fundamento, más allá de “calidad en/de/del/de-el voto” (todas diferentes maneras de decir los mismo) : POR SUPUESTO que hay “Calidad de Voto”. Siempre aclarando, inmediatamente después de realizar tal aceveración, que todos los votos deben “pesar” lo mismo, electoralmente hablando, frente a los comicios. Puesto que una cosas es que un voto esté hecho con irresponsabilidad o desconocimiento, y otra, que tenga menos derechos (“peso”) que otro en unas elecciones cualesquiera, son cosas diferentes, que conviven, pero nunca debemos confundirnos desde qué lugar decimos lo que decimos, ya que votar es un derecho, y debe serlo. Si la calidad de los votos no pudiera “mejorarse”, no tendría sentido emprender el trabajo arduo que estamos por emprender con este proyecto Democracia Fuerte, ya que todos los votos serían lo que vienen siendo en la mayoría de los casos: resultado de las encuestas, más que causas de ellas; o coeficientes proporcionales a la cantidad de apariciones en los medios de los candidatos. La información proporciona autonomía, libertad, independencia.
No me quieras correr con discriminaciones ni elitismos, amigo: No tienen nada que ver en el asunto, por estar demasiado trillados por su uso, precisamente, INDISCRIMINADO (¡mirá qué paradoja!). ¿Por qué? Paso a expicártelo. Todos somos elitistas al elegir a nuestras amistades, al elegir a los invitados a una reunión, una fiesta, una asamblea; todos somos elitistas cuando nos vemos obligados a discriminar a determinadas personas por sobre otras, sea para fines positivos o negativos. Y empleo “discriminar” a consciencia, para demostrar que una palabra debe utilizarse con honestidad cuando se quiere ser sincero, puesto que todas las palabras sugieren o connotan significados anexos a lo que denotan, o refieren, en sentido textual (“puro”). ¿Soy elitista? Por supuesto. Vos también, y nuestras madres y el papa, también. El tema es cómo se usa el término, con qué intenciones. (...continúa...)
(...continuación...) Varios puntos sirven a mi respuesta, pero te voy a contestar con uno solo:
ResponderEliminarEl concepto mismo de Democracia implica a las nociones de Bien, Justicia y Derecho, por lo tanto, está atravesado él mismo por una ética estructural. Nadie escapa, por lo tanto, cuando defiende a la democracia (ni a ningún otro sistema político) a consideraciones del orden de la moral y la ética. Es parte del juego. Mis consideraciones, la que están sobre la mesa hoy, tienen que ver con que votar exige hacerlo con responsabilidad y conocimiento, puesto que sino se hace de esta manera, se desfigura todo el principio etimológico mismo de la democracia: que “el pueblo gobierne”. Ya que un voto condicionado, sugestionado, desinformado, obligado (como hacen los punteros mafiosos con sus “clientes políticos”), o malversado (como sucede con los nativos en Formosa, a quienes les quitan el dni y votan por ellos: ¿me dirías acaso, estabndo en tus cabales,que esos votos no son menos “válidos” que el tuyo y el mío?), es un voto cercenado en cuanto a su potencial y sus reivindicaciones.
Igualmente, quiero agradecerte la participación tanto en el proyecto, como en el debate, ya que tus palabras seguramente representan a una enorme porción de lectores, y es bueno que todas las posiciones posibles se encuentren manifiestas en nuestro emprendimiento. Mil gracias, amigo (aunque no pienses que doy por finalizado el debate, jejeje)
Ahora, para apoyar democráticamente esa hipótesis que defiendo, te insto a que me contestes a la misma pregunta que me hacés, argumentando, por supuesto. E insto, para construir una Población de Estudio en la que podamos desarrollar una idea de democracia que sirva como ejemplo, a quienes están leyendo estas líneas en este mismo momento, a que contesten también a la pregunta en cuestión, de manera sincera y argumentada. Así, vemos el sistema democrático en funcionamiento, y podemos desarrollar ciertas premisas in situ.
Pregunta de Delfos: “¿Hay calidad de voto?”
Adelante, querido lector, la puerta está abierta...
No me deja hacer el comentario completo, cuando pongo uno y luego la segunda parte, esta se superpone a la primera. Va por mail y lo pegas vos si queres...
ResponderEliminarDelfos ha dejado un nuevo comentario en su entrada:
ResponderEliminar"Las preguntas formuladas con las preposiciones “DE y EN” son preguntas distintas. La primera indaga sobre la calidad de la posesión y es inevitable hacerlo sobre el poseedor porque los votos son emitidos por individuos. Calidad “EN” el voto es una pregunta de contenido y refiere al voto en si mismo.
¿Hay calidad de voto? A mi juicio, No.
Veamos qué se puede pensar también sobre la afirmación de que hay calidad de voto y que ella depende de la investigación que se realice sobre los candidatos, propuestas y sobre la experiencia. (¿de la política?) –no importa–
Si sostengo que un voto esta mejor calificado porque quien vota sabe mas respecto de lo que esta haciendo, respecto de los partidos, propuestas y acciones concretas de los políticos entonces estoy valorando como positivo el hecho de saber.
Socialmente esta aceptado que saber es preferible a no saber, que no saber es una carencia de algo que tiene valor para la comunidad y que consecuentemente quien sabe se encuentra “mejor posicionado” o tiene mas valor cuando se deba decidir sobre alguna cuestión que atañe al saber que posee. Como prueba de esta afirmación está la escuela y los recursos que la sociedad invierte en ella porque finalmente entre tantas cosas, al transitar por ella, uno algo termina sabiendo.
Un contraejemplo de algo no valorado socialmente y que también es una carencia (eso para no caer en que la “carencia” en si misma es peyorativa) puede ser el hecho de que alguien no carezca de violencia para con los demás. Socialmente esta valorado como positivo el hecho de que una persona carezca de violencia. Prueba esto el accionar del aparato represivo estatal: si sos violento caes en cana. – que dicho sea de paso tiene muchas excepciones-
Entonces, tenemos que una carencia en la medida que ella se trate del saber, socialmente es menospreciada y por el contrario cuando no se carezca del saber, socialmente será preferible.
La carencia o ausencia de saber no existe en la nada, sino que son pasivas de un agente que para nuestro caso es un humano. Así inevitablemente al afirmar “carece de saber” la pregunta inmediata que surge es “¿Quién? –Alguien- que para el tema del voto es un humano. El voto de un humano que no carece de saber o que carece en menor medida, será preferible cualitativamente que el voto de quien carece de ese saber, aunque sea el mismo individuo en un tiempo diferente (es decir puedo ser yo, que no se hoy y en un mes saber luego de investigar lo partidos políticos y trayectorias)" (Parte I)
(...continuación respuesta de Delfos; Parte II)
ResponderEliminar"Eso genera segregación y elitismo. No jurídico pero si gnoseológico, permitiendo que el argumento del saber arrase con la igualdad política. ¿Porque con la igualdad? Porque se parte del supuesto de que quien carece de saber esta en inferiores condiciones que aquel que no carece del mismo. Eso estratifica y pone por encima a unos y por debajo a los otros.
El ejemplo más clásico es la educación: cuando se parte de un maestro que sabe y de alumnos (carentes de alimento) que no saben: Allí no hay igualdad. ¿puede educar un maestro ignorante? Ver: Ranciére. El "elitismo del saber" está en muchos lugares y bien reconocido, por ejemplo: si me accidento voy a desear y creo que cualquiera también, que la persona que me atienda sea un médico y cuanto más conozca sobre el saber médico mejor.
(Fin Parte II. Continúa...)
(Comentario de Delfos; Parte III)
ResponderEliminarPero: ¿Cómo podemos decir que hay un saber en política que sea mejor que otro? ¿Cómo valorar el saber de alguien contra el saber de otro? Dejando de lado las cuestiones de derecho y de que el voto es considerado igualitario respecto de todos los votantes, creo que no hay un voto que sea mejor que otro por el “saber” que posea quien lo emite, porque básicamente no hay saber absoluto neutral y objetivo. ¿Acaso la presidenta sabe más que un habitante de una villa en lo referido a cómo encaminar acciones de gobierno para solucionar los problemas que este hombre padece? Si un barrio sufre problemas de agua, cloacas y asfalto: ¿un intendente puede saber mejor que aquellos que padecen tales problemas para decidir cual de ellos se debe solucionar en primera instancia? Creo que no. (cabe a estas afirmaciones la crítica de que la política no es solo gestión pero para los casos que estamos hablando facilitan la comprensión)
Lo que se “gana” con mayor información y confrontación, en este caso para el blog, no es mejorar la calidad de voto – o así quise entenderlo yo- No sabía de tu “veta acérrima elitista” es incorporar herramientas para discriminar, contrastar, comparar y justificar con mejores fundamente la decisión de votar a unos y no a otros. Creí que la intensión de este especio era otra de la que finalmente parece ser.
Habiendo tantas palabras para elegir, creo que el peso de la carga semántica e histórica de algunas hablan por si mismas, especialmente las antinomias: Contaminado-Puro; Paricialidad-Absolutez; Subjetivo-Objetivo; Igualdad-Elitismo. A pesar de que muchas veces los discursos hablen a través de nosotros y no seamos quienes en realidad hablamos, creo amigo, que vamos por caminos diferentes. Yo voy con los pensamientos contaminados, con las verdades subjetivas y parciales, también con los saberes que igualan. Has hecho explicito que para la vos cosa va por otro lado. Que estas mas cerca de la Pureza, de la realidad Absoluta (¿que nos aúna?) del objetivismo incontaminado y últimamente has manifestado tu elitismo estratificado. Definitivamente en este espacio, no cabe mi defensa, porque ya son cuestiones de principios los que se han puesto en discusión.
Ello se debe a que creo que debemos valorar los pensamientos contaminados y parciales, los saberes subjetivos (porque otros no hay) y los principios de igualdad
Te dejo un abrazo y adelante – que ello siga en pie forma parte de mi compromiso con la igualdad-
Cuarta y última parte del comentario de Delfos (Que no pudo subir porque era muy extenso, valga esto como sugerencia a futuros comentaristas: suban sus comentarios por partes si son muy largos)
ResponderEliminar"Esto que escribo no es por subestimar y creer que lo que envié no se entiende pero, creo no esta de mas. Es que también lo escribí en frenesí.
Creo que todas las palabras al menos en las lenguas indoeuropeas posee una carga semántica según su uso. Sea este dentro de una oración o en un contexto de saber.
Entonces: elitismo no es malo, ni esta mal visto socialmente si el contexto es la elección de amigos, o la lección de un médico para curar una enfermedad etc. (eso quise decir)
Ahora bien, es peyorativo si se usa en un contexto político y especialmente con el voto, por la profunda carga histórica y semántica que ello conlleva. Claro, porque Hitler no ganó la guerra y porque estamos en el año 2011 y no en la grecia de Platón, sino sería peyorativo lo contrario.
Ejemplo: si digo hoy en una clase de anatomía que las mujeres son inferiores que los hombre físicamente en términos generales porque ellas tienen menos fuerza física. Pasa..., o eso creo. Ahora si digo lo mismo en un congreso de igualdad de género me cuelgan.
La "crítica" al elitismo, absolutismo, calidad de voto, viene especialmente por el contexto en el que es usado.
abrazo"
Ahora viene mi comentario, es decir, el de Diego:
ResponderEliminarTodo muy lindo, lo que decís, querido Delfos, pero son puras palabras. Puro constructivismo radical. ¿Qué es el constructivismo radical? La doctrina que afirma que la realidad no existe, pues el observador la va creando al vivenciarla o analizarla. Hablando mal y pronto, eso podrá servir dentro de los claustros académicos, pero por fuera de ellos, es una perogrullada y hasta un insulto a todas las personas estafadas por el sistema. ¡¿La realidad no existe?! Estamos todos locos. Por eso critican a la filosofía, por culpa de quienes afirman eso. La realidad, existe -POR FAVOR, PRESTÁ ATENCIÓN A LO QUE SIGUE- y el hecho de que no podamos llegar a ella sino en por medio de nuestra experiencia no quita que no exista tal realidad. Sólo percibimos lo que estamos capacitados para percibir. Un músico, percibe de una pieza musical, mucha más información que un no músico, un catador de vinos, percibe mucho más al probar un trago, que alguien que no lo es, y por la misma línea, un analista político percibe -y está capacitado para lidiar con- mucha más información que un observador no-analítico. Basta de perogrullos, amigo, basta de sofismas académicos. (...continúa...)
(Continuación respuesta de Diego...)
ResponderEliminarDelfos escribe:
"El voto de un humano que no carece de saber o que carece en menor medida, será preferible cualitativamente que el voto de quien carece de ese saber, aunque sea el mismo individuo en un tiempo diferente (es decir puedo ser yo, que no se hoy y en un mes saber luego de investigar lo partidos políticos y trayectorias). Eso genera segregación y elitismo. No jurídico pero si gnoseológico, permitiendo que el argumento del saber arrase con la igualdad política. ¿Porque con la igualdad? Porque se parte del supuesto de que quien carece de saber esta en inferiores condiciones que aquel que no carece del mismo. Eso estratifica y pone por encima a unos y por debajo a los otros."
Te contesto:
Bienvenido a La Realidad, querido Delfos. La Realidad, (atención George BERKELEY, GLASERSFELD, Delfos y demás constructivistas) es aquello a través del cual se "tocan" todas las realidades-únicas-excluyentes, y que se evidencia cuando Juan mata a Pedro, pues Juan ha matado a alguien, y Pedro ha muerto, y tú y yo nos hemos informado acerca de ello. Todo lo demás, son actividades lúdicas intelectuales. Ahora, si la realidad de nosotros cuatro, no es una sola, sino que son cuatro, entonces, como primer consecuencia: no pueden ser mutuamente excluyentes pues una tiene consecuencias en la/s otra/s. En segundo lugar, si dos realidades -A y B- se tocan, entonces, pensando lúdicamente a lo constructivista, entonces, repito, deben ser tomadas como un nueva realidad, una tercera realidad -C- que surge de la interacción entre A y B. Pues bien, llevando esto hasta sus últimas consecuencias, geográfica y temporalmente, entonces todas las realidades sociales (es decir, de seres humanos socializados por otros seres humanos) integran una realidad N. Nuestra Realidad. Aquella en la que a los indios de Formosa les quitan el dni para votar en su lugar, o aquella a la que si los beneficiarios de los planes sociales no votan a un sujeto determinado, les quitan dichos planes sociales.
Te respeto como juego mental decir que la realidad no existe, pero es abusivo e insultante pensar que no porque YO no conozca que una determinada persona en África se acaba de morir de inanición, quiere decir eso que dicha persona no forma parte de la realidad. No formará parte de MI realidad, pero sí fue un ser vivo tan importante como yo.
(Sigue Diego)
ResponderEliminarRespecto de tu aseveración: "Eso genera segregación y elitismo. No jurídico pero si gnoseológico, permitiendo que el argumento del saber arrase con la igualdad política. ¿Porque con la igualdad? Porque se parte del supuesto de que quien carece de saber esta en inferiores condiciones que aquel que no carece del mismo. Eso estratifica y pone por encima a unos y por debajo a los otros.", te digo, luego de hablar sobre la realidad: Bienvenido a la REALIDAD, querido Delfos. Puesto que, desgraciadamente, en efecto: QUIEN CARECE DE SABER ESTÁ EN INFERIORES CONDICIONES QUE AQUÉL QUE NO CARECE DEL MISMO. ESTO ES UN MALDITO HECHO.
Otra pregunta digna de responder, que me hacés, es:
"¿Cómo podemos decir que hay un saber en política que sea mejor que otro? ¿Cómo valorar el saber de alguien contra el saber de otro?"
En ella, claramente se nota la orientación abstracta de tu crítica, y por eso discrepamos aun estando en el mismo barco:
No estamos diciendo que un saber político es mejor que otro. Lo que "estamos" diciendo es que saber más información, a igualdad de condiciones, nos sitúa en mejor posición para elegir más libremente o de acuerdo a nuestros ideales (no robar, no coimear, etc.): por ejemplo, si yo quiero votar a un candidato A por sus discursos, saber que dicho candidato en realidad es ladrón y corrupto me ayudaría en mi decisión, pero si simplemente lo voto por lo que él dice en los actos de campaña, entonces, la fidelidad de mi voto respecto de mis ideales deja mucho que desear, por no estar yo bien informado.
Por otra parte, no estamos valorando "el saber de uno por sobre el saber del otro", sino que estamos valorando la información. "Saber" es una palabra que vos metiste en el debate, no yo.
Más allá de todas las cuestiones que tengan que ver con las palabras en sí, eufemismos, rodeos, coqueteos y bordados, creo que todo lo que digo en la presentación se mantiene. Estés de acuerdo o no. Pero, querido amigo, me parece que te equivocas conceptualmente varias veces en tu penúltima entrada. Prueba de ello es que primero me tildás de querer recavar información para que se vote a unos por sobre los otros, y después me decís que vamos por caminos diferentes porque vos estás con los pensamientos contaminados y subjetivos porque de los otros no hay... ¡Primero me criticás negativamente por subjetivo, pero después te alejás de mí defendiendo el subjetivismo! ¿No te enredaste vos mismo, acaso, en tu frenesí? ¿No te das cuenta de que lo que queremos hacer es fácil, sencillo, explícito: Poner más información al alcance de la mano de más gente, para que voten más coherentemente con lo que piensan y sienten?
ResponderEliminarPodemos estar en desacuerdo respecto de muchas ideas teóricas, puede existir o no una realidad absoluta, puede haber no elitismo en el deseo de informar a la gente, pero en la práctica, estoy seguro que navegamos en el mismo barco y hacia el mismo puerto. Eso es todo, querido Delfos. No creo que sean necesarias más palabras, de mi parte. Sólo reflexión.
Ultima respuesta:
ResponderEliminar1ra y 2da. entrada tuya: pones en mi boca nuevamente palabras que no he dicho, como lo hiciste con la pregunta que no formulé. Jamás dije que no existía la realidad (búscalo en todas mis entradas y no lo encontrarás) Creo que existen realidades subjetivas y la realidad objetiva es un "consenso de subjetividades" Mirá sino cómo lo resuelven en la ciencia: los astrónomos a mano alzada decidieron en agosto de 2006 que Plutón no era un planeta. (así, sobran ejemplos)
No me endilgues tus perogruyos...deja de jactarte de conocer la verdadera realidad.
3da. entrada tuya...nuevamente la realidad, jamás la he negado. A continuación, en el siguiente párrafo: I) Creo que la información no es neutral. II) No creo que se pueda elegir libremente, ahí caes en tu trampa porque la información condiciona de una u otra manera. III) Falacia ad Hominem: que robe o no, no significa que no pueda gobernar. (buscala en wikipedia)
IV) Yo introduje "saber" porque información tiene mi computadora pero no sabe nada. La Información en SI MISMA NO ES NADA.
4ta. entrada: no me contradigo si pensas que lo objetivo es un compendio de subjetividades. Recavar información permite discriminar y justificar mejor un voto, construye saberes. No te critico por subjetivo y luego me acerco al subjetivismo. Jamás salí de él y pareces no entenderlo.
Por último, te invito a estudiar la historia del derecho y del voto, porqué se vota a partir de tal edad y porqué no votaban las mujeres: verás que si pensamos como sostenes,en el elitismo estratificado del saber, en que hay calidad de voto, no se podría sostener un sistema jurídico como el actual, de igualdad legal. Fue una lucha ardua y dolorosa lograr lo alcanzado.
Te dejo un abrazo y si ese es tu deseo, me parece bien que te llames a silencio y reflexión.
Delfos
A continuación, adjunto un mensaje que llegó a mi correo electrónico, de parte de una persona que conozco pero que quiere permanecer en el anonimato. Tal vez publicar el comentario no me favorezca (aún no lo leí), pero cumplo subiéndolo en su totalidad, en dos partes:
ResponderEliminarTexto Primera Parte:"Bueno, Delfos, quienes conocemos a Diego, sobre todo me refiero a aquellas personas que lo conocemos hace poco más de 2 décadas, que él es un poco "facho", aunque últimamente esa tendencia ha ido cambiando, cuando hablo de "facho" me refiero al significado que se le da actualmente a esa palabra, o sea, "persona que no está de acuerdo conmigo, por lo tanto es mi enemigo", aunque él jamás podría ver a quien no está de acuerdo con él como un enemigo, sí, como un rival intelectual, siempre que ese rival demuestre que sus argumentos, aunque contrarios, son pensados, analizados y por ende proclamados.
Diego rara vez ha sido alguien que cambie de parecer, aún con la realidad cacheteándolo, y eso en cierta medida hace que lo impulse constantemente buscar espacios de debate como este, porque en definitiva esto, este espacio, con estos contenidos, deriva en debate, yo suelo estar en la vereda de enfrente de todos sus pensamientos, no tenemos ideológicamente nada en común, salvo en esta cuestión de la "calidad del voto".
El voto tiene una cierta calidad, porque depende de quien lo efectúa, de todas las cosas, circunstancias, pensamientos, que lo llevan a efectuar esa elección y no otra, creo que a eso particularmente se refiere esta cuestión. Cuando las personas votamos, siempre estamos pensando en nuestro beneficio particular y luego en el beneficio social, porque sino, por más obligatorio que sea el voto, nadie votaría, y nos veríamos obligados, ahora sí, a dejar de lado dicha obligatoriedad legal por haber caído en desuetudo.
Texto Segunada Parte del mensaje recibido en mi casilla de correos:
ResponderEliminar"Ahora bien, si yo tengo trabajo, casa, comida, acceso irrestricto a los servicios de salud, a los servicios públicos, a la educación, obviamente voy a votar en función de lo que me conviene o creo me conviene, pero, todas esas necesidades básicas cubiertas, me permiten preocuparme y ocuparme por quienes aún no logran acceder a ellas, entonces mi voto tiene dos componentes subjetivos, el personal y el social, en cambio si yo no tengo trabajo, "vivo" de un programa social, como cuando alcanza; tengo que hacer una cola interminable en una guardia y que cuando llega mi turno ya se me fue la fiebre; vivo en una vivienda precaria, no tengo gas, ni luz ni agua potable, mis hijos van a la escuela porque sino no nos pagan la asignación universal por hijo, ¿a quién voy a votar? creo que la respuesta es obvia, voy a votar a quienes me garanticen seguir subsistiendo al menos de esa manera, entonces en este caso podemos decir que en lo subjetivo de este voto solo prima el componente personal, porque sabemos que si no podemos vivir dignamente, debemos, al menos, luchar por sobrevivir, entonces ¿cuánto puede importarme el resto de la sociedad cuando sólo escucho el ruido de mis entrañas y las de mis hijos? es imposible emitir un voto libre en esas circunstancias, hoy, en la actualidad, ¿cuántos serían los que renunciarían a un puesto de trabajo por cuestiones ideológicas y de valores sin haberse asegurado antes otro trabajo o nueva entrada de dinero? la respuesta es POCOS, creo entender, por lo tanto, que la "calidad del voto" a la que refiere Diego, está medida por la mayor o menor libertad al hacerlo, y en el medio quedan los condimentos históricos, ideológicos y cualquier otro.
Las personas de escasos recursos no son idiotas, no es que no saben votar, es que no tienen elección en muchos casos. Las personas de recursos medios y altos no es que sean inteligentes, no es que sepan votar, es que tienen la posibilidad de detenerse y pensar a conciencia su elección. Por lo tanto no es que existe un voto mejor que otro, en eso no radica la calidad a mi criterio, sino en ser menos o más libre, menos condicionado o más condicionado.
Y el último "ingrediente" que nos condena o nos salva, según sea el caso, es nuestra idiosincracia, los argentinos tenemos todos los gobiernos que nos merecemos, porque no sabemos vivir tranquilos, en paz, en democracia en armonía con los nuestros y con los ajenos, nos creemos el ombligo del mundo, pero no queremos ver la de pelusas que tenemos adentro, cuando tenemos la oportunidad de "condenarnos al éxito" decidimos autoboicotearnos, cuando parece que vamos derechito a estrellarnos con el éxito, político, económico y social, damos un volantazo y nos estrellamos, pero contra la desgracia, y la miseria que después de todo es con lo único que estamos acostumbrados a lidiar.
He dicho. A quien le moleste mi comentario con respecto a Diego, y a Diego mismo, tengo la conciencia tranquila, pues todo lo dicho se lo he dicho y puedo volver a decírselo mirándolo a los ojos mientras nos tomamos unos mates. No vale la pena aclarar quien soy ni es de cobarde no dejar firma, a Diego le va a llegar y él sabe quien soy y eso es lo único que me importa."
FIN