jueves, 19 de marzo de 2009

Tu Aretha!03 ya está en la calle!!!


Encontrala en tu librería amiga, o simplemente
pedinos tu ejemplar escribiéndonos a:
arethaenlaweb@gmail.com

Alma, la Rana Calma

Curiosidades que andan dando vueltas por la red, ¿vio? (jijiji)

...si tienes tiempo, aquí te propongo otra manera de alimentar mi Alma.


(sí, ya sé, medio malo el juego de palabras, pero buéeh... ¡se hace lo que se puede!)

domingo, 15 de marzo de 2009

"Gracias"

A Daniel


Al aire tus músculos.
Hacer lo imposible.

Cómo no adentrarme en esos perclaros confines de lo infinito por claro y obvio.
Cómo no seguirte en tus hilvanaciones firmes, y aún así, inasibles.
Cómo no quererte.

Por tercera vez recojo el maxilar que cayó a metros de mí, y que me pertenece.
Al hacerlo, en un instante de distracción, mi contento resbala y se me desprende; enseguida me mudo y pienso:
- Corre, Diego. Es tu última oportunidad -y al hacerlo, ríe él desde adentro.

Es tarde, ya está allí. Para siempre. Él, y apenas tres, o cinco, o acaso una sola alma más, y que tampoco existe.


Me enderezo aprendiendo- como cuando con mis perros- lo maravilloso de no estar solo.
Aunque se lo esté.

jueves, 12 de marzo de 2009

"El Analfabeto político" (Brecht)

"El peor analfabeto es el analfabeto político.


No oye, no habla, no participa de los acontecimientos políticos.


No sabe que el costo de la vida, el precio del poroto, del pan, de la harina, del vestido, del zapato y de los remedios, dependen de decisiones políticas.


El analfabeto político es tan burro que se enorgullece y ensancha el pecho diciendo que odia la política.


No sabe que de su ignorancia política nacen la prostituta, el menor abandonado, y el peor de todos los bandidos que es el político corrupto, mequetrefe y lacayo de las empresas nacionales y multinacionales"

"Odio a los indiferentes" (Gramsci)

"Odio a los indiferentes. Creo que vivir quiere decir tomar partido. Quien verdaderamente vive, no puede dejar de ser ciudadano. La indiferencia y la abulia son parasitismo, no vida. Por eso odio a los indiferentes.

La indiferencia es el peso muerto de la historia. La indiferencia opera potentemente en la historia. Opera pasivamente, pero opera. Es la fatalidad; aquello con que no se puede contar. Tuerce programas, y arruina los planes mejor concebidos. Es la materia bruta desbaratadora de la inteligencia. Lo que sucede, el mal que se abate sobre todos, acontece porque la masa de los hombres abdica de su voluntad, permite la promulgación de leyes, que sólo la revuelta podrá derogar; consiente el acceso al poder de hombres, que sólo un amotinamiento conseguirá luego derrocar. La masa ignora por despreocupación; y entonces parece cosa de la fatalidad que todo y a todos atropella: al que consiente, lo mismo que al que disiente, al que sabía, lo mismo que al que no sabía, al activo, lo mismo que al indiferente. Algunos lloriquean piadosamente, otros blasfeman obscenamente, pero nadie o muy pocos se preguntan: ¿si hubiera tratado de hacer valer mi voluntad, habría pasado lo que ha pasado?

Odio a los indiferentes también por esto: porque me fastidia su lloriqueo de eternos inocentes. Pido cuentas a cada uno de ellos: cómo han acometido la tarea que la vida les ha puesto y les pone diariamente, qué han hecho, y especialmente, qué no han hecho. Y me siento en el derecho de ser inexorable y en la obligación de no derrochar mi piedad, de no compartir con ellos mis lágrimas.

Soy partidista, estoy vivo, siento ya en la consciencia de los de mi parte el pulso de la actividad de la ciudad futura que los de mi parte están construyendo. Y en ella, la cadena social no gravita sobre unos pocos; nada de cuanto en ella sucede es por acaso, ni producto de la fatalidad, sino obra inteligente de los ciudadanos. Nadie en ella está mirando desde la ventana el sacrificio y la sangría de los pocos. Vivo, soy partidista. Por eso odio a quien no toma partido, odio a los indiferentes"

lunes, 9 de marzo de 2009

"¡Creo que sería una buena idea!"

Mahatma Gandhi, en respuesta a la pregunta:
"¿Qué piensa de la Civilización Occidental?"


De él, también:

"Cuida tus pensamientos,
porque se volverán Palabras.
Cuida tus palabras,
porque se volverán Actos.
Cuida tus actos,
porque se volverán Costumbres.
Cuida tus costumbres,
porque forjarán tu Carácter,
y tu carácter forjará tu Destino,
y tu destino será tu Vida."

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