martes, 14 de octubre de 2008

No me gusto cuando escribo.

No me gusto cuando escribo.
Desde que enlacé el sol y lo arrojé a las sombras de mi habitación, debajo de la cama, debajo de mi alma...
No me gusto cuando escribo.
Me pregunto si podré salir esta vez. Me imagino un infierno tibio de pura televisión...
Puro precipicio hacia mi infinito corazón. No me gusto cuando escribo.
Ya no.

Ya no. Ya no hay diluvio y mariposa, ya no hay más que una fosa...
Y todo por culpa de La Razón.

...

¡¿Qué es lo que soy?! (No me gusto cuando escribo) (Ya no)
Maldigo esta pieza masoquista artefacto imbécil llamado corazón, maldigo mi alma y mi razón... Maldigo amarte, y amar el dolor, amar la conciencia y parecer impostor......

...pero maldigo porsobretodaslascosas eso que muchos temen, nadie controla, y todos llaman Dios. Eso que no me enfrenta porque no me vence, eso que no me mira porque es la nada... eso que es

mi viento en proa

mi pie descalzo

mi hijo agonizante:

mi Impotencia.

Perdón por la tardanza...

Buena semilla, perdón por la tardanza... pero no subo nada (ni está en mis planes hacerlo por unas semanas) por lo ocupado que me tiene el lanzamiento de la revista que dirijo.

Mientras tanto, una foto de mis mellizas (fueron mil, ¿cómo se dice?: ¡¿MILILLIZAS?!)


Sepan aguardar, amigos, que la noche sabe más rica cuando el sol se ensaña...

Los quiero.

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